¿Fraudes inmobiliarios? Evítalos y cuida tu bolsillo

Para nadie es un secreto que hay grupos de personas inescrupulosas en cada rincón del país, buscando constantemente cualquier momento de descuido para cometer los fraudes inmobiliarios . Dado lo anterior es de vital importancia que usted, como parte interesada en el trato, esté siempre atento a cualquier señal extraña y busque asesorarse por profesionales certificados de una inmobiliaria confiable; así podrá determinar con antelación a qué tipo de personas o compañías le va a entregar su preciado dinero y evitarse dolores de cabeza.

Existen miles de agrupaciones dedicadas a este ‘oficio’, así que  es importante saber de qué manera operan, para poder esquivarlos hábilmente. Es un hecho que el ‘trabajo’ se les dificulta a estos estafadores cuando su potencial víctima está informada de la manera correcta en la que se deben seguir las negociaciones, en el caso en que arriende, compre, o venda por su cuenta y, sobre todo, se encuentran casi siempre con un muro de contención cuando se hace a través de una agencia especializada, legal y profesional. En estos lugares es prácticamente imposible que bandidos experimentados puedan cometer cualquier fraude inmobiliario .

A continuación, le contaremos los tipos de fraudes inmobiliarios más comunes y la manera correcta en la que los puede evitar. Recuerde que estar informado es cuidar su bolsillo y dejar nulas las posibilidades de estas bandas criminales:

Seguramente le ha pasado que se enamora de un predio por su aparente fachada y, sin importar su precio, tratan de obtener la vivienda; quizás el estafador le dirá que al ser un lugar tan solicitado por tan encantadora arquitectura usted debe separar el espacio con un porcentaje significativo de dinero.

Este es uno de los mayores y más comunes errores, las fotografías pueden haber sido editadas, pueden ser imágenes de hace varios años, o sencillamente postales encantadoras bajadas de algún banco fotográfico en internet. Por lo que al llegar a su nuevo hogar puede encontrarse con una realidad arrolladora y molesta, en la que a ese punto no podrá hacer gran cosa, ya que seguramente los estafadores argumentarán que el dinero entregado no tiene devolución, dejándolo con dos opciones: perder su dinero invertido, o gastar una suma considerable terminando de pagar el predio y arreglando el desastre residencial.

 ¿Cómo evitarlo? Bueno, puede empezar siendo realista en relación precio – fachada, también puede utilizar herramientas de internet como Google maps en el que de una u otra forma usted podrá analizar la vivienda por fuera y darse a una idea de lo que realmente es, y por último, antes de realizar cualquier pago o adelanto debe dirigirse directamente al predio y percatarse personalmente que no será víctima de un fraude inmobiliario .

Solo mencionarlo ya genera desconfianza, sobre todo cuando la transacción se realiza con una persona con la que nunca se ha tratado en un medio diferente a un chat. Esta es una situación que es más frecuente de lo que se puede llegar a pensar, pasa en redes sociales, pasa con poco dinero, pasa con las viviendas.

Los estafadores suelen arraigarse al método de presión, en el que se insiste en el argumento de ser una vivienda tan solicitada que sólo apartándola podrá ser suya.

El siguiente paso al intercambio de dinero puede ser que este grupo de estafadores ‘se esfumen’ literalmente del planeta y usted se enfrente a una posición de angustia en la que no podrá hacer mayor cosa, ya que estos personajes suelen utilizar identidades falsas para no ser rastreados posteriormente a los  fraudes inmobiliarios . ¡Sin vivienda, y sin dinero!

En este caso, lo que le podemos aconsejar es que no se deje llevar por la ansiedad de obtener una vivienda en tiempo récord, valide que toda la información que le dan sea veraz, y en ningún caso le entregue su valioso dinero a personas que nunca ha visto y con las que nunca ha firmado un contrato. ¡Ojo! Tampoco firme acuerdos sin antes estar seguro, con total autonomía y sin presión de que va a ser estafado.

Las inmobiliarias en este aspecto entran a realizar un trabajo impecable, puesto que usted estará seguro que su dinero será una inversión y una alegría para su vida, ya que cuentan con todos los términos legales al día, por lo que usted puede verificar que es una empresa constituida y honesta, adicionalmente las agencias siempre estarán atentas de que todo trámite legal que se realice sea transparente y de su conocimiento, por último, sus años de experiencia y reconocimiento son un sello de garantía ya que saben cómo hacer su trabajo dejando satisfechas a todas las partes involucradas con negociaciones estratégicas.

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Por último, una de las estafas más denunciadas en el país y en general en la industria inmobiliaria, es el hurto de datos personales y acceso a cuentas bancarias.

Se han confirmado cientos de casos en los cuales un posible comprador o arrendatario busca a un agente inmobiliario independiente y este termina por estafarlo. En primer lugar, se ganan la confianza del cliente potencial, llevándolos al supuesto predio por el que están interesados, de esta manera con conversaciones persuasivas van recolectando datos personales del usuario hasta llegar a sacarles información bancaria con la cual acceder y vaciar completamente la o las cuentas.

Como en casos expuestos anteriormente esos estafadores suelen cometer el fraude inmobiliario y desaparecer sin dejar rastros para denunciar, dejando a la persona hurtada en una situación extremadamente complicada.

¿Qué hacer? No le facilite información confidencial a nadie, mucho menos datos bancarios, adicionalmente certifique con qué persona está tratando, de ser posible investigue a profundidad la agencia que representa, si hay noticias destacadas, o si existe legalmente dicha empresa. Recuerde que nadie debe presionarlo a tomar una decisión, ni mucho menos a que usted le entregue datos personales.

Recuerde que en caso de seguir estos pasos y detectar una posible estafa existen leyes gubernamentales que condenan este tipo de delitos, en el caso de los fraudes inmobiliarios , existe el artículo 251. 1 del Código Penal, que condena con medida de aseguramiento, o prisión de 1 a 4 años al que cometa un delito inmobiliario afectando a un tercero.

 Podríamos seguir con la lista nombrándoles miles tipos de estafa, pero la mayoría redundan en lo mismo, presión, ingenuidad, y exceso de confianza.

Por lo que la mejor manera de afrontar un futuro proceso inmobiliario es evitarse miles de dolores de cabeza en el camino y asesorarse legalmente o contratar una inmobiliaria reconocida, capacitada y confiable que realice todos los pasos por usted, estas agencias saben cómo detectar impostores ya que cuentan con un equipo legal avalado y por sus años de experiencia, su dinero y sus negocios de bienes raíces estarán del todo seguros.

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